Calle Vicente Cazcarra

vicente-cazcarra.jpgLaura nos informa de la iniciativa de solicitar al Ayuntamiento de Zaragoza una calle con el nombre de Vicente Cazcarra, Nos sumamos a esta iniciativa que nos parece justa. Vicente Cazcarra fue un hombre muy importante y valioso durante la transición en aragonesa. Nuestros recuerdos sobre él son lejanos, en el caso de Julia casi mínimos, no lo son sin embargo para los familiares de ambas, aquí las historias y anécdotas sobre Vicente Cazcarra son muchas y muy buenas.

Esta es la información que nos han remitido, a la que nosotras hemos añadido una biografía publicada en la web del Rolde de Estudios Aragoneses.

¡UNA CALLE PARA VICENTE CAZCARRA! SE INICIA UNA CAMPAÑA PARA CONSEGUIR DARLE A UNA CALLE DE ZARAGOZA EL NOMBRE DE VICENTE CAZCARRA (1935-1998) DIRIGENTE COMUNISTA QUE FUE MÁXIMO LÍDER DE LA IZQUIERDA EN ARAGÓN DE 1968 A 1979, PROTAGONISTA DESTACADÍSIMO DE LA «TRANSICIÓN». EN EL DÉCIMO ANIVERSARIO DE SU MUERTE


Podéis visitar los sitios web que se han creado al efecto y apoyar las peticiones, como proponen, mediante Internet. RECUPERAR LA MEMORIA Y RECUPERAR EL NOMBRE DE VICENTE CAZCARRA ES JUSTO.La petición surgió como iniciativa ciudadana en 2001. En 2003, el nombre de «Vicente Cazcarra Cremallé» fue aprobado por la Comisión de Cultura como futura denominación de un vial o plaza de la ciudad. Al año siguiente, en Santa Isabel, ya con una propuesta concreta de ubicación, fue sustituido finalmente por otro nombre por la Junta de Distrito.En el 10º aniversario del triste fallecimiento de Vicente Cazcarra (1935 – 1998) queremos lograr una calle en su ciudad natal y que toda la ciudadanía aragonesa recuerde su figura.
Se puede firmar la petición en:
http://www.nodo50.org/pcaragon/formulario_VicenteCazcarra.htm

o con enlace desde http://www.nodo50.org/pcaragon

Esta es la biografía de Vicente Cazcarra:

Vicente Cazcarra (Zaragoza, 1935 – Madrid, 1998)
Nacido en 1935 en el paso a nivel de Ranillas, este hijo de ferroviario tuvo la suerte de respirar el ambiente de tolerancia del colegio Santo Tomás de Aquino, donde compartió sus estudios de bachillerato con José Antonio Labordeta y Emilio Gastón. Fue en los primeros años cincuenta cuando, en una serie de viajes a Francia, conoció las experiencias de los republicanos exiliados y fue dando contenido a su conciencia política a través del comunismo, el movimiento que de forma más vehemente ejercía por entonces la oposición al régimen franquista y que, abandonada la estrategia de guerrillas, esbozaba su estrategia de la Reconciliación Nacional. Nuestro protagonista ingresó en las Juventudes Socialistas Unificadas poco después de su traslado a Barcelona para estudiar Náutica. Una carrera poco convencional para un hombre de interior, pero que mostraba la amplitud de horizontes de un joven afanoso por conocer mundo.
Marino mercante en prácticas, Cazcarra navegó durante dos años en un barco de bandera sueca, hasta que decidió dedicar todas sus fuerzas, en exclusiva, a la política, a la lucha contra la dictadura. Pocos años después, en 1961, y ya como militante del ilegal Partit Socialista Unificat de Catalunya, fue detenido en Barcelona, junto a más de un centenar de camaradas. Interrogatorios durísimos en la Modelo, entre torturas que le dejarían secuelaspara el resto de sus días, le llevaron delante de un consejo de guerra sumarísimo que le condenó a diecisiete
años de cárcel por asociación y propaganda ilícitas. Recluido en el penal de Burgos, se responsabilizó de la organización del Partido Comunista de España en el interior de la cárcel. Amnistiado en 1967, volvió a su Zaragoza natal. Mientras ejercía su profesión de traductor, el ahora miembro del Comité Central y del ejecutivo del PCE en la clandestinidad encabezaría la reorganización del partido en territorio aragonés. Fue en la capital aragonesa, en su pequeño despacho de la avenida de Madrid, donde en 1972 se gestó el Manifiesto para Aragón, documento publicado en Ofensiva -órgano regional del PCE, y cuyas ideas (necesidad de autonomía, denuncia de los desequilibrios regionales, el expolio y los trasvases), asumidas por toda la oposición democrática al franquismo, serían una pieza clave del futuro aragonesismo político. Esas ideas tomarían más tarde cuerpo en su librito El regionalismo de los comunistas. Eran años en que la lucha por la democracia llevaba aparejada la reivindicación de la personalidad territorial. Años en los que Cazcarra desempeñó un papel decisivo en la consolidación en Aragón de la Junta Democrática (1975) y, poco después -recién fallecido el dictador-, de Coordinación Democrática: la llamada «Platajunta» aglutinaba a personalidades y partidos de ideologías diversas en pos de la anhelada democracia. El PCE sacrificó muchos de sus postulados a lo largo de la Transición, y bajo la urgencia de la reconciliación nacional, los perdedores de la guerra se vieron obligados a olvidar vejaciones y a perdonar a sus antiguos verdugos.
Vicente Cazcarra, que consiguió acercar a reconocidos intelectuales a las listas del PCE, fue uno de los promotores de la Candidatura Aragonesa de Unidad Democrática, lista unitaria al Senado de la izquierda aragonesa en las primeras elecciones democráticas, las de 1977. Sin embargo, la fortuna no favoreció a las candidaturas al Congreso de los Diputados que Cazcarra encabezó en dichos comicios y en los de 1979. Los malos resultados del PCE, agravados en 1982, y la incomprensión de correligionarios burócratas le condujeron al ostracismo, sin que sus méritos sirvieran de nada. Sin estrépito, se fue a Madrid, donde volvió a su antigua ocupación de traductor y trabajó para la prensa de la capital.
El que fuera uno de los protagonistas de la transición a la democracia en Aragón y de la recuperación de las libertades, mantuvo -aun con la moral algo maltrecha y aparcados sus cargos políticos- sus ideas, hasta que se lo llevó una enteritis aguda, adquirida en sus años de prisión y nunca curada.
C.S.L.


5 respuestas a “Calle Vicente Cazcarra

  1. Pues sí, todo el apoyo para esta inciativa porque bien lo merece. Pero ojo, está cruda la cosa, porque poco parecen por la labor los poderes establecidos de ponerle a nada el nombre de un «bolchevique» y un «agitador y revolucionario». ¿Por qué poner a las cosas nombre de gente de mérito si puede ponérsele a un lago el nombre de Penélope Cruz?

    Besos

  2. Fue una persona con una trayectoria social y política ejemplar, y sin duda se merece una calle en Zaragoza. Ahora, teniendo en cuenta la lentitud con la que trabaja la comisión de denominación de calles del Ayuntamiento, y los cientos de propuestas que hay pendientes, el tema está un poco mal.
    Besos

  3. No te digo! antes le darán la calle a «La maña». Con la panda de pendejos impresentables que hay en el Ayuntamiento cualquier cosa. Lástima que no se hubiera hecho en el anterior concejo. Yo envíe una hoja firmada. Espero que todo vaya bien y salga adelante. Conocí a Vicente, soy del 61 y lo conocí. Un encanto, muy dulce y agradable y un estupendo traductor. Alguien que merece el recuerdo y reconocimiento de una calle y mucho más.

    Besos

    Sussa

  4. En París, Vicente se alojaba en casa de mis padres y tengo muchos recuerdos de él, siendo para mí como un hermano mayor. Anécdotas de su formación cómo comunista, e incluso una nota que nos hizo entregar desde la cárcel. Enda

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