Mi abuelo no sobrevivió a Auschwitz para bombardear Gaza

De todas las pancartas que he visto en los cientos de actos en solidaridad con Palestina hay una que me ha impresionado especialmente. La pancarta la sostenía una estudiante judía durante la manifestación en el puente de Brooklyn, y en ella hacía referencia a su abuelo y decía lo siguiente: “Mi abuelo no sobrevivió a Auschwitz para bombardear Gaza”.

El texto de esa pancarta me dio la clave para entender muchas cosas y también para escribir este poema.

No en su nombre

Mi abuelo no sufrió la destrucción de su mundo, de su familia, de su futuro para décadas después ver cómo destruyen en su nombre la vida de otros inocentes.

Mi abuelo no sufrió el hambre extrema para que después en su nombre se destruyan todas las panaderías, fuentes y comercios de Gaza, condenando a su población a la sed y la hambruna.

Mi abuelo no sobrevivió a las enfermedades en un campo de exterminio para que después en su nombre se bombardeen todos los hospitales de Gaza, con sus salas de niños prematuros, con sus salas de niños condenados a morir.

Mi abuelo no sobrevivió al desahucio de su hogar para que después en su nombre se arranque de sus casas a miles de palestinos, robándoles su tierra, sus olivos, su historia.

Mi abuelo no sobrevivió al frío para que después en su nombre se arroje al invierno más cruel a cuatrocientas mil personas sin un lugar donde cobijarse.

Mi abuelo no sobrevivió a la crueldad más absoluta para después ser la excusa de una ocupación que dura ya 75 años.

No sobrevivió a los nazis para ser cómplice de un genocidio.

No regresó del infierno para reproducir otro infierno.

Mi abuelo no sobrevivió a Auschwitz para ver cómo en su nombre la mirada esvástica de Netanyahu aniquila Palestina.

«Mi abuelo no sobrevivió a Auschwitz para bombardear Gaza».

Marta Navarro García

Poesía en la Gran Vía de Zaragoza

Pasear por la Gran Vía de Zaragoza puede convertirse en algo muy poético. Quiero dar las gracias a Noches de Poemia, al festival Rasmia por incluirme y a los alumnos del IES Blecua de Zaragoza por la entrevista que realizaron.
Pero, mientras tanto, hala, aquí me podéis ver y leer.

PD: Subiré en unos días toda la información de actividades y poetas al blog.

Entrevista en «POEMAS DEL ALMA»

Muchas gracias a «Poemas del alma» por esta entrevista y por la paciencia que han tenido conmigo. Pero, sobre todo, gracias por difundir a tantos autores y autoras. Por cierto, responder en 280 caracteres tiene su complicación. Un placer conversar con Verónica Gudiña. Aquí os la dejo, amigos y amigas.
Pinchad en el enlace para seguir leyendo.

https://www.poemas-del-alma.com/blog/entrevistas/marta-navarro-respuestas

Varias opciones de lectura invitan, desde hace años, a descubrir y dejarse cautivar por la pluma de Marta Navarro García, una mujer nacida en Zaragoza que lleva tiempo traspasando las fronteras gracias a la incesante repercusión internacional de sus publicaciones.

Marta Navarro García

En 2014, esta autora que lleva adelante un blog titulado “Entre nómadas” consiguió protagonismo en Poemas del Alma gracias a un texto que Tes Nehuén escribió sobre “Ocho islas y un invierno”, una de las obras que conforman la producción literaria de Navarro.

Sobre este material, así como sobre otras creaciones suyas (“Vietnam bajo la cama” e “Hijas de la tormenta”, específicamente), se explayó Marta al responder un cuestionario a pedido de este portal. Si al llegar al final de esta tuittrevista desean ponerse en contacto con ella o mantenerse al tanto de sus novedades profesionales, pueden encontrarla en Twitter a través del usuario @martanomada.

¿Qué sensaciones y reflexiones te despierta, hoy en día, “Ocho islas y un invierno”?
– Siempre estaré agradecida a este libro. Fue todo mágico. Un periodista cultural publicó en su blog el poema “Taormina” y Francisco Aranguren, editor, después de leerlo, se puso en contacto conmigo. Es un libro de poemas de viajes terrenales y emocionales. Es un libro con alas.
Desde tu experiencia y opinión, ¿cómo es, qué características presenta, un poemario capaz de conmover hasta el alma?

Seguir leyendo pinchando aquí: https://www.poemas-del-alma.com/blog/entrevistas/marta-navarro-respuestas

Muchas gracias, amigos y amigas.

Jueves de Poesía

He aplazado varios actos poéticos y anulado actividades en estos meses, pero hoy os informo de que el próximo día 11 tengo el honor de participar junto al poeta Rafael Saravia en “Jueves de Poesía”. Será en el Teatro de la Estación, habrá charla, poemas, música y toda la seguridad del mundo. Ojalá os apetezca pasar un rato y compartir la tarde.
Amo la palabra jueves, que proviene de la expresión latina Jovis dies, que significaba ‘día de Júpiter’, el dios al que se le encomendaba ese día de la semana. Así que, amigos y amigas, os veo el Júpiter.


Teatro de la Estación, calle Domingo Figueras Jariod, 9,
Día: 11 de febrero a las 19:00 h.

«Llenad los cuencos», videopoema del programa «Palabra Voyeur», de Radio3

Palabra Voyeur - Vietnam bajo la cama. Marta Navarro - 02/09/20 - ver ahora

Escribí “Llenad los cuencos” en el año 2014. Sí, estaba algo enfadada, aquel tiempo me pareció horrible, ahora me lo sigue pareciendo, pero igual que en el 2014 el final del poema da espacio a la esperanza. El programa de Radio3 «Palabra Voyeur» ha rescatado este texto en un vídeo realmente potente y con una locución perfecta. Gracias, Palabra Voyeur, por llenar los cuencos de palabras, música e imágenes.
Por si os apetece, aquí os lo dejo. Impasible no deja, no…

Música: Lisi Búa. Vídeo: Ainara Pardal. Voz: Juan Megías.

Pinchad en la imagen para ver el videopoema.

Gracias.

 

«Reseña de «Historias de tres mujeres con sombrero rojo», en Arainfo

‘Historias de tres mujeres con sombrero rojo’, un libro de relatos que refleja las duras vicisitudes de la existencia

Reseña del escritor Carlos Manzano

Publicado en Arainfo, pinchad aquí para leerlo entero.

Publicado por Huerga & Fierro y firmado por Pilar Aguarón Ezpeleta, Marta Navarro Garcí­a y Ana Rioja Jiménez, este libro está dividido en tres partes, ‘El almacén de las vidas robadas’, ‘Al otro lado de la frontera’ y ‘Retazos de literatura y vida’, cada una a cargo de una autora

sombrero

No es habitual que un libro escrito por tres autores o autoras diferentes presente una unidad conceptual y estilística tan acusada como sucede con ‘Historias de tres mujeres con sombrero rojo’, publicado por Huerga & Fierro y firmado por Pilar Aguarón Ezpeleta, Marta Navarro Garcí­a y Ana Rioja Jiménez. Y sin embargo esta obra ofrece una coherencia en sus contenidos y una afinidad formal incuestionables.

El libro está dividido en tres partes, ‘El almacén de las vidas robadas’, ‘Al otro lado de la frontera’ y ‘Retazos de literatura y vida’, cada una a cargo de una autora, pero aun así­ todas las historias parecen atravesadas por un mismo aroma que les confiere cierto denominador común: el tiempo, lo que fuimos y lo que somos, lo que hubo y lo que soñamos que habría, la vida, el silencio, los recuerdos.

Aunque todos los relatos se mueven a un excelente nivel literario, me gustaría, por razones de espacio sobre todo, destacar uno de cada autora.

De Pilar Aguarón me ha parecido especialmente sobresaliente el que lleva por tí­tulo ‘Mi hermana Inés’, el cual además encabeza el libro, una historia que pone de manifiesto que en ocasiones el lugar común, o eso que a veces se llama «sabiduría popular», no es más que una excusa para evitar entrar a fondo en las complejidades de lo real, para no ver que todo tiene un envés y que a menudo el mayor error que podemos cometer es aceptar las formas convencionales de entender la vida.

Marta Navarro construye en su relato ‘Frontera’ un magní­fico ejemplo de cómo a menudo las injusticias más flagrantes tienen lugar porque aquellos que deben desempeñar un papel, y por cuyo cometido son debidamente remunerados, no dudan en cumplir escrupulosamente con su labor.

Y de Ana Rioja me atreverí­a a destacar el texto titulado ‘Las lágrimas con sabor a anchoa de Beatriz’, una excelente muestra de hasta qué punto la ignorancia, aunque estemos movidos por la buena voluntad, se convierte a menudo en un terrible generador de desgracias y puede llegar a provocar un daño terrible.

En resumen, un excelente libro de relatos de tres magníficas escritoras que juegan a la perfección con el pasado, con el tiempo y con las duras vicisitudes de la existencia. Altamente recomendable.

 

‘Historias de tres mujeres con sombrero rojo’, un libro de relatos que refleja las duras vicisitudes de la existencia

Historias de tres mujeres con sombrero rojo

En este año de pandemias, geles, mascarillas y distancia física, año extraño y convulso donde los haya, las palabras vienen dispuestas a abrir espacios, esos espacios que durante tanto tiempo han permanecido cerrados.  Para mí es un placer y un honor formar parte de este libro donde las historias invitan a ser escuchadas, a cobijarte en ellas, a disfrutarlas. “Historias de tres mujeres con sombrero rojo” está lleno de vida, de silencio, de recuerdos, de personajes tan distintos de una historia a otra como complementarios.  Tengo la suerte de compartir esta publicación con las extraordinarias escritoras Pilar Aguarón y Ana Rioja. Distintas formas de narrar dan texturas diferentes y es precisamente en esa diferencia donde se refuerza la intensidad del libro. Cuando ya te has acostumbrado a una forma de mirar y de contar, otra bien distinta viene a continuar el arte de enhebrar historias. El resultado es tan diferencial como armónico. Una extraña química recorre las páginas de “Historias de tres mujeres con sombrero rojo”. Y estoy feliz de formar parte de este volumen en tan buena compañía.

Huerga & Fierro es la editorial que da cobijo a esta publicación que en breve presentaremos primero en Zaragoza y después en otras ciudades.  Tendremos toda la seguridad que los tiempos exigen. Respetaremos la distancia necesaria en cada presentación, podéis estar seguros, pero no habrá distancia para las palabras, para las historias, porque hoy más que nunca las necesitamos.

Gracias, Ana, y gracias, Pilar, por esta aventura compartida.

 

Otro Bloomsday para disfrutar

I miss the Bloomsday

Hoy se celebra el Bloomsday en Dublín. He asistido a la cita dos años seguidos, pero esta vez no estaré en la calle O’Connell ni en Grafton Street, ni formaré parte de la folclórica, sí, pero divertida y excitante ruta que anualmente se hace en la ciudad recordando la particular jornada de Leopold Bloom. A estas alturas ya todo el mundo sabe que hablamos del Ulises de Joyce.

Echaré de menos una pinta negra, no echaré en absoluto de menos el asqueroso menú que tan claramente describe Joyce en la novela. Ese día se representa toda la jornada de Mister Bloom, a excepción del arte de la felación en la primera cita de Nora Barnacle. Al menos yo no he visto la representación, pero conociendo a los irlandeses igual hay algún local donde a la par que te dan una sopa incomestible se representa la maestría de Nora con su lengua, sus manos y su talento para ponerle nombre a las cosas.

En fin… que, a falta de un buen pub irlandés auténtico y sin adornos gilipollas, me buscaré un buen disco de música irlandesa, visitaré Innisfree y llamaré a los que tienen la suerte de estar hoy allí para que me cuenten cómo ha ido la jornada.

Para el que quiera leer el último párrafo del Ulises de Joyce aquí subimos esta joya. A mí me gusta mucho.

(…) sólo miré a lo lejos al mar y al cielo estaba pensando en tantas cosas que él no sabía que Mulvey y el señor Stanhope y Hester y papá y el viejo capitán Groves y los marineros jugando a los pájaros volando y a la pídola como lo llamaban ellos en el muelle y el centinela delante de la casa del gobernador con la cosa alrededor del casco blando pobre diablo medio asado y las chicas españolas riéndose con sus mantillas y sus peinetas altas y las subastas por la mañana los griegos y los judíos y los árabes y no sé quién demonios más de todos los extremos de Europa y Duke Street y el mercado de aves todas cacareando junto a Larby Sharon y los pobres burros resbalando medio dormidos y los vagos con sus capas dormidos a la sombra de las escaleras y las grandes ruedas de los carros de los toros y el viejo castillo de miles de años sí y esos moros tan guapos todos de blanco y los turbantes como reyes pidiéndote que te sentaras un momento en su poco de tienda y Ronda con las viejas ventanas de las posadas, los ojos atisbando una celosía escondidos para que su amante besara las rejas y las tabernas medio abiertas de noche y las castañuelas y la noche que perdimos el barco en Algeciras el vigilante dando vueltas por ahí sereno con su farol y ah ese tremendo torrente allá en lo hondo ah y el mar el mar carmesí a veces como fuego y las estupendas puestas de sol y las higueras en los jardines de la Alameda sí y todas esas callejuelas raras y casas rosas y azules y amarillas y las rosaledas y el jazmín y los geranios y los cactus y Gibraltar de niña donde yo era una Flor de la montaña sí cuando me ponía la rosa en el pelo como las chicas andaluzas o me pongo una roja sí y cómo me besó al pie de la muralla mora y yo pensé bueno igual da él que otro y luego le pedí con los ojos que lo volviera a pedir sí y entonces me pidió si quería yo decir sí mi flor de la montaña y primero le rodeé con los brazos sí y le atraje encima de mí para que él me pudiera sentir los pechos todos perfume sí y el corazón le corría como loco y sí dije sí quiero Sí.