Esa mujer, esa poeta que practica esgrima con la mirada, no se sentará jamás en el trono del éxito, no sudará bajo el foco de una cámara en un programa de televisión. Esa mujer, esa poeta que incomoda al sandwichero cultural de turno, que envía al cementerio la bitácora de Mefisto, reunirá en mitad de la noche a todos los girasoles del universo para iluminar el oscuro país que nos divide.
Un día, ella, esa poeta, cansada de nadar entre olas afiladas, se caerá dentro de sí misma para resurgir convertida en volcán. Será su lava, su corazón de fuego, un cráter para la esperanza.
Ese hombre, ese poeta que fumiga las calles de su barrio con palabras de mármol y de heno, morirá cuando llegue el alba número doce mil cuarenta y cinco.
Pero antes, y esto él no lo sabe, habrá tenido tiempo en su corta vida de abrir una fábrica para revolucionarios invisibles, pero con los puños llenos de tormentas.
Tampoco irá al programa nocturno de televisión, ni a la sesión de fotos, ni a la fiesta centenaria o inaugural de un periódico, porque yacerá, junto a la mujer de esgrima en la mirada, dentro del volcán.
Y entonces, y solo entonces, alguien escribirá en la prensa o informará en la radio que ambos, ese hombre y esa mujer, esos poetas, inventaron los truenos de donde nace la fuerza necesaria para escribir libros, para explicar el mundo, para vivir los días sin pedir permiso.
Pocos sabrán que ese hombre, esa mujer, esos poetas, cien años después siguen latiendo en los huracanes de amor que los científicos sueñan. En la muerte líquida que los poemas sueñan. En el hambre de vivir de quienes han sido destruidos antes de tiempo.
Tal vez un día logremos entender que lo extraordinario tiene su propio plato, su hogar, su idioma, su hoguera.
Y que el mundo se disloca cuando impide que crezcan en libertad quienes son y viven diferentes.
Cuando alguien me dice, date prisa, el mundo se me hace mucho más complicado. Antes me enojaba y respondía de mal genio, ahora que ya sé cómo funciona mi cerebro, al menos eso creo, lo que hago es responder con música. Música que vuelve a dejar tranquilo mi sistema nervioso.
Acudo a un amigo escritor y sociólogo, nieto de judíos que pasaron por campos de concentración. Acudo porque es experto en detectar conductas fascistas en las redes. Conductas de gente que no es fascista, pero que utiliza los mismos mecanismos. Acudo a él cuando creo que yo misma estoy poniéndome en peligro asumiendo esas prácticas. Es mi forma de alejarme de aquello que detesto. Es mi forma de construirme, de reeducarme.
Los responsables de la mal llamada Colonia Felina de El Guano han traspasado todas las líneas rojas al volver a acusar de vandalismo sin pruebas a quienes están a favor de mejorar la vida de los gatos de El Guano reconvirtiéndolo en un núcleo zoológico, tal como dicen el Justicia de Aragón y ahora el mismísimo Gobierno de Aragón. Traspasar todas esas líneas hacen que el abismo sea cada vez más peligroso con consecuencias irreparables. Sobre todo, si gente del entorno animalista las difunde añadiendo insultos gravísimos. Hoy tomo prestadas las palabras de mi amigo Steve, experto además en memoria histórica, para hablar sobre lo que nunca se debe escribir en una red social.
Uno: Acusar a quienes discrepamos de la gestión de El Guano de vandalismo y de destruir instalaciones, justo cuando la Ley nos ampara, es alejarse de la realidad. Saben que es mentira, pero no tienen escrúpulos para lanzar ese bulo infame. Lo hacen para incitar, provocar, alojar a los protagonistas de la historia en el horizonte del “vandalismo”. Lo saben, y por eso es realmente grave que sabiéndolo decidan poner en el punto de mira a gente que actúa dentro de la legalidad.
Dos: No tienen prueba alguna de lo que dicen, ninguna. De tenerla hubieran sacado fotos o vídeos. Pero, sin tener prueba alguna, en el comunicado culpan, humillan y cubren de dudas a quienes criticaron una decisión política concreta. Eso, según el experto en fascismo, es lo que siempre se ha hecho desde el poder contra las minorías: crear la duda sin pruebas, crear el odio, crear un relato donde lo peligroso es discrepar, denunciar, aunque se actúe desde la legalidad.
Tres: La memoria es importante. De hecho, mi amigo experto en detectar comportamientos fascistas es una de las personas que lucha por la memoria histórica de este país. Lástima que algunos estén creando una memoria histérica en mi ciudad. La conclusión es que necesitaban crear un relato, y para ello había que poner pruebas falsas y culpar a otros. Calumniar y arrasar.
Es importante que aprendamos a detectar comportamientos deleznables, chulerías sin fronteras y, lo que dice Steve, comportamientos fascistas en gente que no lo es.
Aprendamos a detectarlos. Aprendamos a que no nos roben la Historia, esa que quieren escribir desde la ira, el desprecio y la calumnia.
Como soy optimista, creo que, si yo puedo aprender de gente como Steve, ellos también pueden aprender a dejar de chillar y calumniar. Seguro que pueden, seguro que sí.
Luchar por mejorar la vida de los gatos de Zaragoza no puede convertirse en explosión de ira continua por parte de gente sin escrúpulos y que acaban de demostrar que no son merecedores de gestionar nada de origen público. Más bien, deberían estar pensando en el cumplimiento de la ley y en el bienestar de los animales.
Esta multa ha provocado el comunicado acusatorio que podéis leer más abajo.
Os dejo el comienzo del comunicado, pinchad aquí para leerlo entero. Es todo un despropósito y una calumnia contra quienes piensan distinto y quienes ganan denuncias ante la Ley.
1948, Declaración Universal de los Derechos Humanos,
reconocimiento del sufragio femenino como derecho humano universal.
Enero de 1948. A primera hora de la mañana, la revolución envió a sus mejores emisarias. Nuestro mundo estaba a punto de estallar. Teníamos la frente y el corazón preparados para cualquier batalla que se cruzase en el camino. Debíamos organizarnos bien, tener respuesta para cada pregunta y una buena defensa para cada amenaza. Agatha nos explicó cómo eliminar los pasos en falso y a ser fuertes sin parecerlo. Solo Mary se atrevió a enseñar las manos, el resto las escondimos. Preferíamos mostrar una sonrisa de Gioconda en trance. En la fábrica nos aseguraron que no habría más despidos, que tendríamos tiempo para ir al baño cuando lo necesitáramos, que podríamos comer sentadas. Dudamos de las promesas, éramos muy jóvenes, pero teníamos mucha experiencia en detectar a los embaucadores. Por esa razón, Tulsa y yo ocultábamos bajo la falda tres pistolas cargadas de dignidad y plomo, y escondidos en los tupés de Anna y Fiona dormían seis bombas de futuro y cien mil limpiaidiotas. Sólo había que esperar a que el último de los jefes abriera la puerta de las mentiras para disparar. Llevábamos demasiado tiempo soportando bajadas de salario, vejaciones al alza, sindicalistas del privilegio masculino y ningún día libre para tomar el sol. Nuestros derechos eran tan invisibles como nosotras, tanto que no se dieron cuenta de que una gran huelga se tejía alrededor de sus cuellos, de sus pies, de sus uñas. Una tarde fría como un cuchillo de nieve, acordamos que no habría más promesas incumplidas. Decidimos que no íbamos a soportar una humillación más, la próxima vez que el jefe o algún capataz volviera a amenazarnos, la fábrica volaría por los aires como nubes de azúcar. Nuestra imaginación era tan fuerte como nuestros deseos.
Al caer la tarde, la realidad con sus trueques de emperatriz celosa vino a visitarnos en forma de accidente laboral. A la pequeña Nur, de ojos sureños y voz de caramelo, tuvieron que amputarle tres dedos. La máquina de coser llevaba años sin ser reparada, tragándose la piel, las uñas y los dedos de nuestras compañeras más jóvenes. Fue entonces cuando el dolor y la rabia nos hizo crecer varios años de golpe. Decidimos ser nuestra propia empresa, nuestra propia familia, sin reglas que temer, sin allanamientos de la esperanza. Éramos imparables y lo sabíamos. 1948 llegó con una declaración del sufragio femenino. Estábamos más cerca de ser quienes soñábamos ser. La huelga no hizo saltar por los aires la fábrica, pero sí destrozó su contabilidad y la de quienes vivían a nuestra costa.
Una huelga indefinida, una huelga con olor a junco, a trenzas, a té con pancartas, a dignidad con limón. El futuro era nuestro, de nadie más. Por primera vez creíamos en nosotras como nadie lo había hecho antes. Y lo confieso, señor juez, dábamos entre envidia y miedo. Anótelo, por favor, que no se pierda nuestra Historia entre sus historias. Conseguimos nuestros derechos después de meses de pan negro.
Marzo de 2022 Miles de mujeres recorren las ciudades de todo el mundo reclamando igualdad. Entre la multitud se encuentran las descendientes de Mary, Tulsa, Olga y Fiona. Un hilo invisible las va uniendo a otras mujeres. Un hilo lleno de historia que une pasado, presente y futuro. Un hilo de esperanza
El maravilloso cartel es de la ilustradora Eva Corté (@evacortésilustra)
«Stranizza d’amuri» es una película basada en una noticia de 1980 sobre el asesinato de dos jóvenes en la provincia de Catania”, explicó Giuseppe Fiorello.
“Fue un crimen que cambió para siempre la percepción de la homosexualidad en Italia. Los cuerpos sin vida de los dos jóvenes adolescentes fueron encontrados en el campo, debajo de un pino. Ambos quedaron desfigurados por los disparos. Lo que más se recuerda es que fueron encontrados tomados de la mano como si hubieran prometido estar juntos por la eternidad.
La canción Stranizza dàmuri de Franco Battiato pone música a esta historia que se estrenará el 23 de marzo.
Recopilo toda la información que ha aparecido estos días en relación al Guano.
RUEDA DE PRENSA DE ZEC, Luisa Broto, concejala de ZEC y Ana de los Arcos, representante de AYRECAN.
COMUNICADO DE LA ASOCIACIÓN VILLAGATICOS
NOTAS DE PRENSA
COMUNICADO DE VILLAGATICOS
Ante los recientes hechos conocidos sobre la obligación del ayuntamiento de Zaragoza de cumplir la normativa en materia de núcleos zoológicos, declaramos que:
En ningún momento pretendemos desalojar a los animales del centro de reubicación forzosa el Guano , quienes fueron allí realojados en el año 2021.
Hago constar que siempre nos opusimos a su apertura, tanto yo, como presidenta de mi asociación, como Doña Ana de los Arcos representante de Ayrecan Zaragoza este hecho que se denunció ante la DGA y que tras varios intentos infructuosos, ha concluido con una sanción administrativa impuesta al ayuntamiento de Zaragoza, por incumplimiento de dicha normativas autonómicas y municipales.
Es por esta razón que apoyamos el mantenimiento de dicho centro, siempre que el ayuntamiento cumpla con su obligación y aborde las reformas necesarias para que el guano se transforme en núcleo zoológico . No queremos bajo ningún concepto que los animales sufran con nuevas reubicaciones. Quede bien claro éste punto.
Pero que se sepa que jamás apoyaremos, ni estaremos nunca de acuerdo en estas gateras,lo hecho
hecho está,los gatos tienen que vivir en libertad y fomentar y mediar con la ciudadanía para que puedan convivir con respeto y dignidad como seres sintientes.
Nuestro agradecimiento:
A Luisa Broto, concejala y a su equipo de Gobierno Zaragoza en Común
Carles Mulet, senador de Compromis
Marta de Santos, diputada autonómica de Podemos
Álvaro Sanz, diputado autonómico de IU
José Enrique Zaldívar presidente de Avatma
Agnes Dafou, presidenta de Fdcats
Que hizo visible en las jornadas felinas Nacionales por dos veces consecutivas
el no al Guano!!!
Julio Ortega, escritor y activista
María González Lacabex. Nuestra abogada que lo ha luchado.
Al Justicia de Aragón que nos dio la razón ,que el Guano tenía que ser núcleo zoológico
Y a todos nuestros compañeros y compañeras que llevan dos años luchando por esto».
Ciudades arboladas para atajar las muertes por ola de calor. Más del 4 % de las muertes que se producen en las ciudades durante los meses de verano se deben a las altas temperaturas. Una cobertura arbórea del 30 % podría reducir un tercio de estas muertes, según un estudio de modelización publicado en The Lancet y liderado por el Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal).
Los resultados, obtenidos con datos de 93 ciudades europeas, enfatizan los beneficios sustanciales de plantar más árboles en las ciudades para atenuar el impacto del calentamiento global.
Las ciudades son los lugares más vulnerables a esta realidad. La menor vegetación, la mayor densidad de población y las superficies impermeables de edificios y calles provocan una diferencia de temperatura entre la ciudad y las zonas circundantes. Este fenómeno se conoce como isla de calor urbana, y en vista del cambio climático, puede empeorar en las próximas décadas.
Los pulmones de la ciudad
Infografía sobre las islas de calor. / ISGlobal
La investigadora de ISGlobal y primera autora del trabajo, Tamara Iungman, afirma a SINC que “todas las ciudades tienden a ser islas de calor, pero dentro de una misma ciudad hay mucha variabilidad. Por ejemplo, cuando decimos que los parques son pulmones de la ciudad también nos referimos a que proveen enfriamiento”.
El estudio señala que los lugares con mayor tasa de mortalidad por calor se encontraban en el sur y el este de Europa. “España es de los países que tiene las ciudades con mayores impactos en la mortalidad atribuible a las islas de calor urbanas”, explica Iungman. Las localidades más afectadas son Barcelona, Málaga, Palma de Mallorca, Madrid, Sevilla y Valencia. “Todas estas ciudades presentan un porcentaje bastante bajo de cobertura de árboles”, añade la experta.
Hacia un modelo de ciudad integral
Ha pasado más de un siglo desde que el urbanista Ebenezer Howard fundara el movimiento de la ciudad jardín, que pretendía hacer frente a la distinción modernista entre “ciudades industriales” y “ciudades dormitorio”. A este respecto, Iungman destaca que “es importante empezar a pensar las ciudades más en función de las personas y menos en función de los coches”.
El estudio subraya los beneficios sustanciales de plantar más árboles en el espacio urbano. No obstante, los autores reconocen que el diseño de algunas ciudades puede dificultar la plantación de árboles, por lo que debe combinarse con otras alternativas como tejados verdes para reducir la temperatura. Para las áreas urbanas más compactas y densas, Iungman propone “bajar el objetivo a un 25 % y acompañarlo con otras estrategias como jardines verticales, techos verdes y reemplazar superficies impermeables como el asfalto por superficies vegetales”.
Beneficios de incluir infraestructuras verdes en las zonas urbanas. / ISGlobal
Planes urbanísticos innovadores
Este giro hacia planes urbanísticos integrales puede traer grandes beneficios, “incluyendo mejoras en la salud mental y física, además de los propios beneficios en el medioambiente”, comenta la científica. Por el contrario, una continuidad de los modelos actuales puede conllevar graves problemas de salud para los residentes de estas zonas.
«Las predicciones basadas en las emisiones actuales revelan que las enfermedades y muertes relacionadas con el calor se convertirán en una carga mayor para nuestros servicios de salud en las próximas décadas», alerta Iungman. «Nuestro objetivo es informar a los y las responsables de las administraciones locales de las ventajas de integrar zonas verdes en todos los barrios para promover entornos urbanos más sostenibles, resilientes y saludables», añade Mark Nieuwenhuijsen, director de la Iniciativa de Planificación Urbana, Medio Ambiente y Salud de ISGlobal.
Nieuwenhuijsen lideró un equipo que estimó las tasas de mortalidad de residentes mayores de 20 años en 93 ciudades europeas —un total de 57 millones de personas— entre junio y agosto de 2015. Los investigadores también recopilaron datos sobre las temperaturas diarias rurales y urbanas de cada ciudad. En primer lugar, simularon un escenario hipotético sin isla de calor urbana para calcular la mortalidad prematura. En segundo lugar, estimaron la reducción en temperaturas que se obtendría aumentando la cobertura de árboles hasta el 30 %, así como las muertes que podrían evitarse.
Efecto protector de los árboles
Las ciudades fueron de media 1,5 grados más calientes que sus alrededores durante el verano de 2015. Unas 6.700 muertes prematuras pueden atribuirse al aumento de las temperaturas urbanas, lo que representa el 4,3 % de la mortalidad total durante los meses de verano y el 1,8 % de la mortalidad durante todo el año. Un aumento de la cobertura arbórea en un 30 % habría reducido las temperaturas, evitando un tercio de estas muertes, un total de 2.644 fallecidos.
«Nuestros resultados también muestran la necesidad de preservar y mantener los árboles que ya tenemos porque son un recurso valioso y los árboles nuevos tardan mucho tiempo en crecer. Además, no se trata sólo del número de árboles, sino también de cómo se distribuyen», afirma Nieuwenhuijsen. A este respecto, Iungman puntualiza que “las áreas donde vive más gente son las que menor porcentaje de árboles presentan, lo cual indica que la población no se está beneficiando de los mismos y los impactos van a ser mayores”.
Adaptar nuestras ciudades
Los análisis se hicieron con datos del 2015 porque no se disponía de datos de población para años posteriores, pero, como señala Iungman, los resultados son generalizables y el estudio proporciona información valiosa para adaptar nuestras ciudades y hacerlas más resilientes al impacto del cambio climático.
«Aquí solo analizamos el efecto de los árboles sobre la temperatura, pero aumentar las áreas verdes en las ciudades tiene muchos otros beneficios para la salud, incluyendo el incremento en la esperanza de vida, la reducción de los problemas de salud mental y mejoras en la función cognitiva de las personas», añade la científica.
Para Antonio Gasparrini, profesor de Bioestadística y Epidemiología en la London School of Hygiene & Tropical Medicine, coautor del estudio: «La vulnerabilidad al calor cambia de una ciudad a otra en función de varios factores. Comprender los beneficios de políticas como el aumento de la cubierta arbórea puede ayudar a fundamentar las medidas para reducir los riesgos y prevenir muertes evitables, especialmente con el cambio climático». Ciudades arboladas para atajar las muertes por ola de calor.