Cuanto más leo sobre Ramón Acín más admiración me produce, también más respeto y es ese respeto el que me dificulta escribir un texto acerca de él.
Sobre Ramón Acín han escrito y estudiado personas como Víctor Juan Borroy, que ha sabido nadar en el personaje, escudriñarlo y encontrar la esencia del humanista, del creador, del visionario Acín.
El siguiente artículo apareció hace unos días en el periódico Heraldo de Aragón y pertenece a la periodista Mª José Villanueva, en él se detalla una hermosa iniciativa realizada por el Museo Pedagógico de Aragón, del que es director Víctor Juan Borroy
En los años 30 del pasado siglo, Ramón Acín dibujó unos recortables, seguramente con el propósito de que sus hijas, Katia y Sol, jugaran con ellos, los pintaran y los vistieran. Estas figuras de muñecas podrán ser utilizadas por los niños de hoy, gracias a la iniciativa del Museo Pedagógico de Aragón, con sede en la capital oscense, que las ha recuperado de los fondos pertenecientes al artista y pedagogo depositados en el Museo de Huesca.
Acín dibujó en cartulina doce muñecas de 53 centímetros, con las que el centro ha elaborado 25 plantillas en madera para que sus visitantes más jóvenes las silueteen, las recorten y se las lleven como recuerdo. En el reverso podrán estampar el nombre del autor con la tipografía que diseñó Pepe Cerdá. De su creatividad dependerá si las pintan, les diseñan vestidos o las utilizan para inventar diálogos en sus juegos, como quizá hicieron Katia y Sol.
Las siluetas, simples y estilizadas, aparecieron en la casa de Altafulla (Tarragona) de la familia Acín. «Creí que serían unos vestidos como los que se hacían cuando nosotros éramos niños, pero este verano fui a verlas y me sorprendió: eran unas figuras inusuales por su tamaño, ya que estamos acostumbrados a recortables pequeños, escasamente manejables para los niños; algunas desnudas y otras vestidas, de formas sencillas, como hacía casi todo Ramón Acín», explica Víctor Juan, director del Museo Pedagógico, que enseguida ideó una actividad didáctica en torno a los recortables. Era la excusa perfecta para contar una historia, la del autor de la célebre escultura de las Pajaritas.
El centro oferta visitas a grupos, que harán un recorrido por la exposición permanente y después verán una proyección, distinta según la edad, sobre la vida y la obra de Acín. Los escolares de 3 años conocerán al hombre que jugaba con sus hijas, que formaba a maestros como los suyos o que diseñó la escultura en torno a la cual corretean en el parque. Los universitarios se adentrarán en sus ideas pedagógicas libertarias y en el contexto histórico que provocó su trágico final, fusilado en 1936. Como colofón, harán una plantilla con el recortable. La actividad se abrirá a todo el público en el Día de los Museos, el 17 de mayo.
Además de las figuras en madera, se han reproducido fotográficamente los originales, enmarcados en la sala de didáctica, ya que los auténticos siguen en el Museo de Huesca por motivos de seguridad y conservación. Víctor Juan pensó al principio fabricarles unos vestidos, pero llegó a la conclusión de que «si Ramón Acín las dejó desnudas, que cada uno haga con ellas lo que quiera». Es, concluye, el encanto de lo simple.
(Pueden concertarse visitas en el 974-233036 o en museopedagogico@aragon.es. http://www.museopedagogicodearagon.com.)
Elena Monforte (izda.) y Merche Clavero, empleadas del museo, con los recortables en madera.. R. GOBANTES