Para Mariado Hache
Wicklow en la piel
Hoy la vida se retrasa.
El viento de Wicklow, que lo sabe,
finge una visita rutinaria
y me da la mano,
confirmando todas mis sospechas.
La luz del bosque, tímida pero firme,
se acomoda en la habitación.
Hay un dolor de hierba y agua turbia
golpeando las horas.
Los recuerdos se trenzan
entre bloques de turba y oscuras jarras
de cerveza en el viejo Baltinglass.
La infancia cruza apresurada el río Liffey,
quiere llegar a tiempo para ocupar
un palco en mi memoria.
El tiempo dibuja círculos
de nieve y fuego. La isla sonríe.
Todos acuden al lugar de la batalla.
Hoy más que nunca están a mi lado.
Al atardecer,
el frío aliento de los cirujanos
afila sus cuchillos sobre las sábanas
y mi voz,
cada vez más pequeña,
desaparece…
Sólo queda el murmullo de Glendalough
acariciando el silencio.
La isla sonríe.
Para escuchar el audio de la maravillosa voz de Pogue Mahone, pinchad aquí. http://poguemahonex.wordpress.com/2012/01/31/wicklow-en-la-piel/
Marta Navarro
Uno de los poemas más emocionantes que te he leído. Y te leo mucho querida Marta. Saludos desde Berlín
Poema desgarrador que al mismo tiempo ilumina. Con tu permiso nos lo llevamos.
Los recuerdos se trenzan
entre bloques de turba y oscuras jarras
de cerveza en el viejo Baltinglass…
«en la barra de un bar,
junto a Abbey Theatre.
El tiempo y sus cómplices
delimitan espacios y emociones.
Juegan con nosotros.
El tiempo dibuja círculos»
que me hacen vibrar leyendo y oyendo una y otra vez
«Wicklow en la piel»
QUE GRAN POEMA
Lis, muchas gracias. Un abrazo para allí.
Toni,
puedes, pero aún tengo pendiente escribir más, alargarlo. Muchas gracias. Un saludo
Hermanz,
me has dejado asombrada. Por favor, muy poca gente conoce ese poema. Gracias, amigo o amiga. De todo corazón. Un abrazo de vuelta.
Reblogueó esto en eolo.