En estas fechas los encargados de dejar regalos a las niñas y niños son tres hombres, que además son reyes. Eso sin contar al empalagoso Papa Noel o Santa Claus, originariamente el obispo San Nicolas. La única mujer encargada de llevar juguetes es… una bruja. Se trata de La Befana. En su honor se organizan en Italia hogueras donde se queman muñecas vestidas con trapos viejos. Es curiosa que la elección para tal evento sea una bruja fea de ropas viejas frente a la majestuosidad de los Reyes. Pelín misógino parece esto! Dentro de unas horas mi Befana particular llamará a la puerta para pedirme un poco de licor de café y una charla en un idioma líquido. Mi Befana viene de Venecia, tiene mucho sentido del humor y de su larga nariz sale una chimenea repleta de historias, brujas y misterios. Mucho mejor esto que la mirra, el oro o el incienso de los reyes. ¡Vas a comparar!
La lucha por la ampliación de los derechos de las mujeres no ha cesado desde que la mujer fue relegada a una categoría de segunda.
Las mujeres hemos visto como nuestros derechos y contribuciones han sido desvalorizadas desde el comienzo del sistema patriarcal.
Patriarcal significa, según la RAE:
1. Adj. Perteneciente o relativo al patriarca y a su autoridad y gobierno.
2. Adj. Dicho de un poder ejercido autoritariamente bajo una apariencia paternalista.
El sistema patriarcal, sumado al capitalismo, ha permitido que el poder y la riqueza pertenezca solo a unas élites patriarcales, es decir, a unos pocos patriarcas.
Etimología de la palabra patriarca: «Se refiere al nombre dado a algunos personajes bíblicos que fueron los primeros jefes de familia».
VARIAS FORMAS DE DESIGUALDAD
La situación, sin embargo, no es la misma para una mujer blanca profesional que vive en Nueva York y trabaja como manager en una consultoría multinacional que para una mujer campesina afrodescendiente que vive en una zona de explotación minera en Colombia.
A pesar de que ambas mujeres viven en un sistema patriarcal y cuentan con desventajas en relación a los hombres que están en una situación similar a ellas las realidades, injusticias y desigualdades que cada una afronta son también diferentes en forma e intensidad.
La primera encontrará en su vida ciertas barreras por el hecho de ser mujer pero la segunda también se encontrará con otras barreras por el hecho de ser negra, vivir en una zona rural, en un contexto de violencia y en un país atravesado por las dinámicas coloniales que aún hoy siguen presentes en forma de megaproyectos económicos de extracción de minerales y recursos.
SOJOURNER TRUTH
Hoy recordamos el discurso de Sojourner Truth que en mayo de 1851 en la Convención de los Derechos de la Mujer en Akron (Ohio).
«Bueno hijos, cuando hay mucho alboroto es porque algo está pasando. Creo que tanto los negros del Sur como las mujeres del Norte están todos hablando de derechos y a los hombres blancos no les queda más que ceder muy pronto. Pero, ¿De qué se trata lo que estamos hablando aquí?
Los caballeros dicen que las mujeres necesitan ayuda para subir a las carretas y para pasar sobre los huecos en la calle y que deben tener el mejor puesto en todas partes. ¡Pero a mi nadie nunca me ha ayudado a subir a las carretas o a saltar charcos de lodo o me han dado el mejor puesto! ¿Acaso no soy una mujer?
He arado y sembrado, y trabajado en los establos y ningún hombre lo hizo nunca mejor que yo. ¿Acaso no soy una mujer? Puedo trabajar y comer tanto como un hombre, si es que consigo alimento, y puedo aguantar el látigo también. ¿Acaso no soy una mujer? Parí trece hijos y vi como todos fueron vendidos como esclavos, cuando lloré junto a las penas de mi madre nadie, excepto Jesús Cristo, me escuchó ¿Acaso no soy yo una mujer?