“Pon una taza idéntica a la de tu invitado”.
Lecturas y música de viajes y acogidas.
Nos gusta habitar los libros, sentirnos entre sus párrafos como si estuviéramos en nuestro sillón favorito, arroparnos entre sus páginas. Pero hay libros que consiguen todo lo contrario: Uliseses una gigantesca paradoja ¿Qué decir de un libro endiablado, con el que todo el mundo acaba reñido, un libro que resume como ninguno el carácter irlandés: una extraña combinación de desarraigo (tantos se fueron, tantos no volvieron nunca…) y endiablado lenguaje. Decía Flann O’Brien que “En Donegal hay hablantes nativos que saben tantos millones de palabras que siempre es una cuestión de orgullo para ellos no emplear dos veces en la vida la misma palabra. Su vida (por no hablar de su lengua) se hace muy compleja cuando alcanza el siglo, pero es lo que hay”. Porque será todo lo incómodo que quieras, pero…
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