Ojo, yo guardo en mi memoria el silencio de quienes deberían poner voz a la hemorragia continua, a los asesinatos de mujeres en manos del machismo. No escucho en sus discursos, en sus ruedas de prensa, ni en sus artículos apenas nada. Acaso alguna mención aparentemente sentida, pero para pasar de inmediato a algo más «interesante mediáticamente hablando»: No me vengáis después pidiendo votos, ni café, ni hostias. Seguid hablando de si la nieve es blanca o gris, de si en una lista o en otra, de si me siento en el sur o en el norte, cuando este país lleva 23 mujeres asesinadas en lo que va de año. Os podéis ir a la mismísima…
Basta de recortar en planes de prevención, en casas de acogida, en personal especializado, en acompañamiento, en educación en igualdad.
¡Ni un asesinato Más!
Cuando dejemos de educar a nuestra sociedad que una mujer es un «objeto» que se puede manipular, obtener, comprar, usar o humillar ….. ese día, el tema irá en serio.
Pienso que hay demasiado silencio ante todo esto, por mucho que se hable. Quien no comprende la desigualdad a la que están sometidas las mujeres, quien no se siente implicado en la violencia que padecemos, no puede transformar nada, no puede pretender llevarnos a nada que sea mejor que lo que tenemos.
Un abrazo, Marta.
Pone los pelos de punta ser consciente de cuánto camino le queda por recorrer a esta sociedad inmadura, y cuánto trabajo nos queda hacer a cada uno hasta convertirmos en combatientes contra el machismo en el que fructifica el horror.
Salud y un abrazo
Increíble. Me ha encantado. Me haría muy feliz que se pasara por mi blog, tengo unos artículos que necesitan opinión de especialistas y creo que usted es el indicado, estoy empezando en esto y me vendría bien algo de objetividad. Un abrazo.