Europa, o cómo domesticar a la izquierda y mimar el fascismo
Leo el títular de esta noticia:
La Unión Europea contempla criminalizar la asistencia personal humanitaria a los refugiados, según ONG.
Cuánto más domestican o debilitan a los partidos de izquierda, más crece el fascismo en Europa. Aceptan que la gente se indigne, pero jamás que la protesta se materialice en algo serio que rompa el status quo. En otro tiempo media España estaría manifestándose contra esta situación desesperada, pero a día de hoy no es así. Igual que desmantelan el bienestar social, desmantelan la movilización social. Y eso es peligrosísimo. La decisión de la Unión Europea es puro fascismo y como tal debería ser tratada, respondida y vomitada. Pero hace tiempo que vivimos en una realidad paralela. La Unión Europa se merece un buen juicio al estilo Nüremberg, pero no, el paquete se lo quieren meter a los que ayudan.
Domesticar a la izquierda, exterminar refugiados y frotarse las manos. Sí, el huevo de la serpiente manda. No soy pesimista, soy realista. La situación no puede ser peor.
Y sí, la izquierda que dice ser revolucionaria está domesticada, demasiado.
Cuando éramos críos y veíamos películas sobre nazis y campos de concentración siempre había alguien que decía: «¿Y qué hacían los alemanes que no eran nazis?, ¿miraban hacia otro lado?, ¿cómo pudo pasar algo así y no enterarse?, ¿cómo pudieron ser cómplices?»
Refugiados 2016. Se les requisa sus bienes, solo se les permite el anillo de casados. Pulseras rojas para distinguirlos. Pintura roja en las puertas de sus casas para saber dónde viven. La mitad de esos hogares han sido apedreados de noche, pero pocas veces acude la policía cuando son avisados. Se les culpa de todos los males, de aprovecharse del bienestar de nuestra sociedad, por ejemplo. Eso sin hablar de los que mueren ahogados, a esos ya no les pueden arrebatar nada.
Ayer leí lo siguiente: “Hay miles de menores sin compañía que buscan refugio en Europa. Están huyendo de una violencia inimaginable, han perdido a sus padres y están desesperados por encontrar un lugar seguro. Pero, en vez de darles asilo urgentemente, las autoridades los han abandonado y ahora son presa de peligrosos traficantes de personas que los acechan constantemente. A día de hoy 10.000 niños han desaparecido»:
La respuesta a todo este drama humanitario es volver la vista hacia otro lado, acostumbrarse a ver los campos de refugiados como si fueran parte de un decorado televisivo, o verlos ya muertos o sufriendo. Una firma italiana ha puesto en venta disfraces de niños refugiados para los próximos carnavales en Italia, sí, lo que habéis leído. Llegan después de atravesar todo tipo de peligros y entonces se les humilla. Europa se hunde más y más en el fango de la complicidad. Esa misma complicidad que hizo que miles de alemanes miraran hacia otro lado en la Alemania de Hitler.