Ella era católica, él protestante. Cuando murieron no les permitieron ser enterrados juntos. Toda una vida, hasta que llegó la muerte, hasta que llegó la religión. Pero nada es imposible, esas manos que surgen de las tumbas les permiten seguir unidos. Un amor a prueba de crueldades obtusas.
Países Bajos, 1888
Y luego dicen los católicos que Dios es amor… No será gracias a los curas (de la ortodoxia), desde luego…
Besos
Si es que es mejor mantenerlos en otros planetas, pero no en la vida.
Un besote,