Como orcas huérfanas
El idioma de la sangre dibuja orcas huérfanas
sobre la piel de Lua.
Cercados dentro del paraíso
jugamos a escondernos unos de otros,
jugamos a cambiarnos unos por otros,
jugamos a matarnos unos a otros
y lo hacemos en el nombre
de las cosas inexistentes.
Prisioneros de una voz esvástica
dejamos que arruguen nuestra voluntad,
que nos torturen con azúcar azul
hasta convertirnos en murmullo.
Todos hablan, pero nadie dice nada.
Con cada silencio se cierra un libro.
Con cada libro cerrado se abre un abismo.
Con cada abismo se levanta una frontera.
Las orcas finalizan su jornada fichando
en la fábrica de los días muertos.
Te esperaré en la última parada de Mexcali.
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Marta Navarro García
Genial. No puedo decir nada más. Feliz septiembre
Un viaje o un sueño, no sé qué es pero me parece precioso.
Muchas gracias, Marcos. Un abrazo.
Gracias, Benjamín.
Un saludo,