Durante el apagón, distribuyeron miles de poemas para que se iluminasen los transeúntes.
La Brigada Poética colocó un tenderete en el mercado y comenzó a dispensar poemas a dos sonrisas y una rosa el kilo.En las orillas de las grandes autovías de la capital, instalaron medio centenar de carteles con la inscripción: “Para evitar atascos, viaje en verso”
“Peripecias de la Brigada Poética en el Reino de los Autómatas”, de Alberto García-Teresa