Mi primer libro lo publicó un editor taurino empedernido. Una semana antes de que Aranguren decidiera publicarme yo le había dejado un comentario incendiario antitaurino en su blog. De esos sin filtro ni monsergas. A día de hoy tengo una relación estupenda con mi editor y hablamos y discutimos libremente del tema.
La segunda publicación, en realidad la tercera, vendrá de la mano de un editor amante de la caza, algo que yo detesto y que él sabe perfectamente. También sin filtro alguno le digo lo que pienso. Ambos me han demostrado un respeto que agradezco mucho, todo lo contrario a algunas otras personas que bien por soberbia o por exceso de metacrilato mental confunden las opiniones personales con ataques personales. Y esto siempre genera mal rollo. A mí no, a mí me da igual. El retrato se lo hace cada uno, en blanco y negro, a colores o en tonos caguerilla. Para todo hay.
La fotografía es de Chema Madoz.