Hormonas de placer y Dragó

toro

“El toro, cuando se le introduce la pica y se le escarba con ella, al clavarle las banderillas y en el momento de ensartarle con el estoque, no sólo no sufre, ¡qué va!, sino que incluso genera hormonas de placer”. (Sánchez Dragó).

¿Se puede ser más imbécil que Dragó?



13 respuestas a “Hormonas de placer y Dragó

  1. Gracias por la pregunta. Y mi respuesta es que hay muchos candidatos,pero tan imbéciles no. Sobre todo cuando dice ser un «defensor de los animales».

    SUa

  2. Muchas gracias, Sua por el enlace a ese debate. Cutre y penoso Dragó. Habla de defensa de los animales. Bien, yo le hablaría de empatía y de paso le invitaría a gozar de las hormonas del placer al estilo torero. Es decir, que fuera él el receptor de las banderillas y estocadas. Y luego que nos cuente que tal ha sido el orgasmo.

    Qué asco de tío.

    Un abrazo,

    Marta

  3. Lo dudo,mi querida amiga.Negro sobre blanco,el faro de Alejandría,programas manchados de flipadura literaria donde se mezcla el caos mental de este hombre de derechas y apasionado de Primo de Rivera.Toma sobrecitos de infusiones y va de místico empedernido.»hormonas de placer»,quizá lo dijo porque él no tiene «neuronas» que le proporcionen placer.

    Besos.

  4. Cita de Entrenómadas: «…que fuera él el receptor de las banderillas y estocadas. Y luego que nos cuente que tal ha sido el orgasmo.»
    El orgasmo y la eyaculación «hacia adentro» como él dice que la siente.
    Esta es la intelectualidad del PP como Millán Astray con su «viva la muerte y muera la inteligencia» fue la intelectualidad del franquismo. ¡¡¿Y llevan tres puntos de ventaja en las encuestas¡¡¡???

  5. En un principio incluso he pensado que iba en tono irónico… no me encajaba para nada con el estiloni de Dragó, pero es que la otra opción era que lo estuviese diciendo en serio, y eso me parecía de una gilipollez demasiado extrema… incluso para este señor.
    Pero bueno, ya vemos que siempre se puede subir el listón un poquito más.

    Un beso y espero que te hayan sentado bien las naranjas y la miel.
    Rosa.

  6. Todavía hay una muestra de mayor imbecilidad: el otro día declaró que su gato (al cual ha dedicado su último libro) se autoinmoló para advertirle de los peligros de un montacargas que se había instalado en la casa de su pueblo. O sea, que el gato se sacrificó, se supone que por gusto y de manera muy placentera, a través de su propio trituramiento por un montacargas para salvar a los cachorros del propio Dragó. En fin, no sé si es el mayor imbécil que tenemos a tiro (porque hay muchos), pero acaba de ganarse el premio al más gilipollas.
    Besos.

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