Donación de sangre y derramamiento de sangre
Dar sangre para dar vida. Dar parte de uno para que otr@ pueda mejorar. Dar vida a través de esas pequeñas gotas de sangre es un gesto bello, necesario y generoso. Por eso es inaudito que un gesto tan solidario que tiene como fin la vida, elija como medio de obtención de fondos precisamente la derramación el derramamiento de sangre, en este caso no para salvar a nadie, sino, muy al contrario, para matar la vida. Pedir vida ofreciendo muerte, obtener sangre
derramando sangre a borbotones sobre la arena de «La Misericordia » de Zaragoza. No, no es una peli de terror o una historia de psicópatas de ésas de sobremesa de finde y, aunque resulte demencial, el evento está organizado por la Asociación de Donantes de Sangre de Aragón, a la que, por cierto, pertenecen varios miembros de mi familia. El despropósito se ha organizado el día 8 de marzo en la sala de tortura de la Plaza de Toros de Zaragoza.
Escenario: Sentados sobre sus gradas y ávidos de la sangre que les falta, podrán ver cómo espachurran las tripas del caballo, cómo agoniza un bello animal, el toro, en la plaza, cómo las múltiples heridas lo desgarran, cómo cortan sus orejas y cómo lo arrastran por la arena dejando un rastro de sangre, esa sangre que piden para salvar y que aquí tiene como objetivo la muerte.
Resumen: Para pedir sangre derraman sangre, para pedir vida juegan a la muerte, juegan a matar mientras piden sangre.
Muy personal: Nunca he podido ser donante por haber padecido hepatitis. Pero siempre lo he intentado.
Más personal: Como asisto con frecuencia a las manifestaciones antitaurinas dejo aquí uno de los eslóganes que más canturreo: Matador, si te gusta la sangre, prueba con la tuya… ¡hazte donante!
El lema elegido para el evento es: «Nos movemos por la vida».
Joer, que hay mil formas de pedir ayuda para la donación de sangre, todas menos ésta. Ya os vale!!!