
Estas simpáticas monjas de la foto discuten en la barra de un bar sobre la vida, la crisis economicoespiritual y la fiebre mental de Belloch y MessiBlasco. Aportan sugerencias, ajustan su ropas bajo la silla y comentan cual alegres adolescentes que un poco de maría en el té le vendría bien a los nuevos iluminados del Ayuntamiento. La más joven opina que el desvarío del dúo de iluminatis se debe a una sobredosis de naftalina cerebral. No hay derecho, dice sor Marga, ahora que se habla de sacerdocio femenino vienen estos dos a resucitar vampiros de la fe.
Posibles soluciones para suavizar la insolación hormonal de los B.B.
A) Sor María sugiere un buen porro de marihuana.
B) Sor Angustias, un viaje alrededor del mundo en una bicicleta barata o surcar los mares en barquitos de cartón reciclado.
C) Sor Luz prefiere que el dúo pruebe en propias carnes algunas de las recomendaciones de Escrivá de Balaguer. Esas que invitan a la fustigación y al desprecio carnal.
También hay otras más suaves y más fuertes. Aunque la mejor sería reconsiderar los errores, pensar más y mejor en la ciudad de la que son representantes elegidos democráticamente, valorar la crisis que sufrimos y trabajar sin soberbia, sin navajazos corporativos, trabajar al servicio de la comunidad. Y eso no es sólo para Belloch y Blasco, esto debería ser para todos los grupos municipales. Algunos que ahora están en la oposición (CHA) erraron una y otra vez cuando co-gobernaban. Y Alonso, el único concejal de IU elegido gracias a la gente que estaba harta de desvaríos municipales, debería considerar su postura de dar la espalda a quienes le han elegido aprobando unos presupuestos nada sociales, justo lo que hace unos meses reclamaba el propio Alonso. Y sobre la podredumbre del PP y del PAR, mejor ni hablar.
Dejad en paz al río, dejad que sus cicatrices disminuyan, que las arcas del Ayuntamiento aumenten sin gastos ni obras faraónicas, dejad más libros en las bibliotecas, más música y músicos en los locales, más respeto a los creadores, más zonas verdes en los barrios, más plazas donde puedan jugar los críos del casco viejo. Haced caso a las asociaciones de vecinos, gobernad la ciudad humildemente.
No, no es que me haya tomado una sobredosis de sativa o dibujos animados. Es que vivo en el centro de la ciudad, no a las afueras, vivo en el centro del centro de la city. Y eso da una perspectiva distinta.
Prometo hablar de fotografía erótica o de buena poesía en los próximos días.
¿A que es estupenda esta foto?
Nota: Foto del archivo de Ranet Kopanski