Me daba pereza ponerme otra vez manos a la obra en el blog, pereza, respeto y vértigo. Todo al mismo precio. Sin embargo este cartel ha despejado dudas y rarezas mías. Y además me apetecía compartirlo con vosotr@s. Estoy segura que estáis tan interesad@s como yo en «Apadrinar un banco», con sus banqueros, sus obras benéficas y su canesú.
Podemos empezar el año haciendo dos cosas, apadrinando bancos o mandando a los responsables de esta situación a la mismísima mierda.
Allá cada cual.
El cartel es de los sindicatos ESK y STEE-EILAS y lo he recibido vía Libertad Siete
Se regala un Botín al primero que apadrine.
Que les coooooooorten la cabeza!!! dijo la Reina de Corazones.
(Y sin salpicar… Pili Rubio.)
Bienregresada a la «gusanera», Marta.Y ¡a luchar! Besicos…
Genial cartel.
Mejor explotados con humor que aplastados con indiferencia.
besos.
En todas las manis siempre aparece un tipo con un pequeño cartel referido a «su» asunto, que no tiene que ver, salvo en una acepción demasiado extensa del término «globalización», con el motivo concreto de que estemos en la calle. Los amigos le llamamos el «y de lo mío qué».
Bueno, pues aunque me sumo a descabezar banqueros (el padre de un amigo, jurista, decía que atracar bancos estaba mal, pero fundarlos era peor), estoy aquí como un perfecto «y de lo mío qué».
Y lo mío es haberte conocido gracias a June. Un abrazo, poeta.
Arg, pues he de decirte que yo ya estoy apadrinando uno.
Eso sí, de momento me ha llegado para unos botines en las rebajas (concretamente 2 y negros) así que ve pensando otro regalo maja.
Si cuando digo yo que el infierno está lleno de…..
Besos de vuelta, ya era hora coraçao.
Ya lo dijo Voltaire: «si ves a un banquero suizo saltar por la ventana, salta detrás; seguro que hay algo que ganar». La cosa viene de lejos.
Besos y buen regreso.
Bieeen ya stás aquí…Irónica, con fuerza. Pobres banqueritos. tan tristes y desamparados. Abrazos enormes.
Aunque nos duela, todos andamos más o menos apadrinando uno o más de uno.
Bienvenida al blog y bienhallados tus posts.
Besos
¡Es buenísimo! Yo también estoy apadrinando uno, para que luego no digan que no soy solidaria con todos.
Kisses.
Con el espíritu con que lo has escrito me dan ganas de hacerte caso y contribuir, incluso voluntariamente, al sostenimiento del patrimonio bancario. La ironía tiene efectos optalidónicos. K.
¡Bienvenida de nuevo a la blogosfera, guapa! 🙂
Pedazo de cartel!! El caso es que todos acabamos apadrinando uno, queramos o no queramos. Mejor tomarlo con humor.
Besos.
Rosa.
Muy bueno.¡Una pena!
Yo apadrino, tú apadrinas, el nos apadrina.
Ya les vale, ya nos vale. YA VALE, HOSTÍAS!!!
Martín
Bueno, nosotros colaboramos poniendo la otra mejilla… u otra cosa algo mas malsonante.
Pero soy escéptica con lo que podamos hacer al respecto. Sí.
¿Alguna propuesta?
[Ay, qué ganas tenía yo de leerte, cognio!]
esta vez y sin que sirva de precedente voy a decirte que no estamos de acuerdo… YO PASO… que les den a los banqueros…
bicos y bienvenida,
se me olvidó ¿te dije que había leído ya tu libro?
me gustó mucho y algunos poemas todavía me gustaron más.
bicos.,
Vamó a vé (para que me insulte la Nebreda): yo propongo el «Tiro al Banco», me gusta más que lo del apadrinamiento.
Instrucciones:
1. Se forma un grupo de amiguetes y familiares (afectados por el banco en cuestión), y se queda todas las mañanas a la hora de apertura de la sucursal.
2. Entran todos a la vez, en cerrado pelotón, y se forma en perfecto orden frente ala Caja.
3. A una señal, todo el grupo prorrumpe en pedorretas varias acompañándose de gestos soeces y variopintos.
4. Finalmente, se lanzan tomates, a poder ser podridos, contra los carteles anunciadores de créditos, regalos por imposiciones a plazo fijo y demás.
5. Tras una gran pedorreta a modo de traca final, con imposición de deos sobre las narices a modode burla, se abandona la oficina.
Ya me diresi que os parece esta iniciativa.
Como decía ayer, ya dijo Voltaire en su día que «si ves a un banquero suizo saltar por una ventana, salta derás: seguro que tienes algo que ganar». Yo hacer como Buñuel con los obispos en «La edad de oro»: arrojarlos por una ventana.
Besos.
Yo los hago de madera. No sabia que se apadrinasen. Tendré que mirar esa linea de negocio.
Chic@s,
mejor con humor, de lo contrario uno se afloja mucho, se acostumbra al desastre y lo peor no lo analiza, lo da por irremediable.
Me sumo al grito de la Reina de Corazones en la gran Alicia en el país de las maravillas
el de :
que les coooooooorten la cabeza!!!
(Y sin salpicar…
Muy bueno, Pili Rubio.
Besos a tod@s,
Y AUGURI!!!!
En mis tiempos de estudiante, hubo una huelga general de universidades y nos pasamos más de medio curso haciendo asambleas, escribiendo manifiestos, organizando manifestaciones y movidas varias… Y salieron propuestas de movilizaciones de lo más divertido. Una era irnos todos al Museo del Prado y, una vez dentro, amenazar con fumar: «O nos escuchan, o fumamos». Habría quedado genial el desalojo policial (sólo con recordar esos tiempos ya me salen las frases como si fueran lemas para corear).
Otra que recuerdo de entonces, y que creo que se inventó Joaquín, era repartirnos un montón de gente entre diferentes sucursales bancarias y bloquearlas por el sencillo método de hacer fila una y otra vez para ingresar una peseta.
Luego no las hicimos, pero ¿a que habrían dado juego?
La verdad es que yo ya colaboré bastante con los bancos. Apadriné a 3: El City Bank, el BBVA y el Santander, todos en su versión argentina. En Buenos Aires «me plancharon en francés, del derecho y del revés.» Yo ya estoy cumplida por esta y por 9 vidas más que tenga. Saludos!