«Nothing compares to you», de la gran Sinéad O’Connor
Siete de la mañana, en la radio suena «Nothing compares to you». Alrededor de las 12 tomando café en un bar de Huesca suena «Nothing compares». Sobre las nueve de la noche, de regreso a casa en el autobús, recibo una llamada.
-¿Qué haces?
-Esperar que el tráfico y la lluvia amainen, hay un lío que no veas en la carretera. ¿Y tú qué andas haciendo?
-Pues raparme el pelo a lo Sinéad Oconnor, ya sabes, cuando cantaba eso de «Nothing compares»…
Luego vino un ¿quééééééééé?
Estaba claro que había que subir este tema. No era lo previsto, pero si una canción suena tres, tres veces en el mismo día (sin ser una canción de moda) es por algo. Una señal de la O’Connor tal vez. Aprovecho para pedir perdón a Nuria por cómo le he chillado al oírle decir eso de «estoy rapándome». Menudo susto me has dado.
¿Coincidencia? Vale, a lo mejor sí, o a lo mejor no.
Sinéad O’Connor es una gran artista. Esta interpretación de «Nothing compares to you» es sobrecogedora, de las que dejan «huella». Sinéad, junto a Giuni Russo, es de las artistas preferidas de este blog. Muy lejos quedan las remilgadas voces de cantantes célebres. Sinéad, además de cualidades vocales sublimes, tiene una técnica impresionante llena de perfectos registros, a las que pocas cantantes podrían llegar. Y esa paleta de colores en la voz… Difícil es compararse con ella. El final del vídeo te deja clavada en el asiento.
Es irlandesa, tiene mal genio, dicen, es sincera y libre, es una de las mejores voces. Y «Nothing compares to you» es impresionante.