El rey de Arabia Saudí en España. Nuestros amigos los verdugos
Ejecuciones y Toisón de Oro
El rey de Arabia Saudí se vuelve a su país con un Toisón de Oro en el equipaje. La orden dinástica más prestigiosa que se concede en España viaja camino de una de las mayores factorías de la pena de muerte en el mundo. El paraíso de los verdugos. El lugar donde los ejecutores presumen de su habilidad con la espada. Pueden seccionar la cabeza del cuerpo de un solo tajo. No hay inyección letal que pueda mejorar esa eficacia.
No hay nada tan ‘democrático’ como la legitimidad dinástica. Si hay que agasajar a los amigos del Rey, no hay política de derechos humanos –en el caso de que exista– que pueda empañar las visitas a la Corte de sus colegas de trono.
Zapatero y el Rey han recibido con los honores apropiados para una visita de Estado al monarca saudí. Cuesta aceptar algo así, pero quizá haya que hacerlo. El pragmatismo es inevitablemente uno de los principios de cualquier política exterior. En cierto modo, Abdalá lo demuestra al venir a España, al país que permite que los homosexuales contraigan matrimonio y no sean discriminados. En Arabia Saudí, acaban en prisión y son considerados una aberración de la naturaleza.
No sé si podemos mantener plenas relaciones con gente así, pero sí tengo claro que concederles las más altas distinciones convierte en ridícula y vergonzante cualquier declaración en favor de los derechos humanos que haga este Gobierno. ¿Podemos presentar honores al máximo representante del Estado que ha ejecutado a 88 personas este año? El último caso fue este mismo lunes, cuando Abdalá llegó a España. Un sudanés fue decapitado por haber asesinado a un compatriota.
Por crímenes menores, también puedes acabar en el patíbulo en Arabia Saudí. En febrero, cuatro inmigrantes de Sri Lanka fueron ejecutados por haber cometido un robo a mano armada. Human Rights Watch denunció que sólo dos personas habían quedado heridas en el asalto, con lo que el castigo era completamente desproporcionado. Además, la ONG resaltó que la asistencia letrada que habían recibido los reos había sido insuficiente, casi una burla.
En el sistema jurídico saudí, los acusados gozan de pocos derechos. Si son extranjeros, es posible que sean torturados para arrancarles una confesión, que ni siquiera tengan un traductor junto a ellos durante el juicio y que no sepan en qué condiciones pueden presentar un recurso.
Otros castigos aceptados allí se nos antojan tan repugnantes como la pena de muerte. Una persona puede ser condenada a recibir 4.000 latigazos. Como la aplicación de esa pena supondría una ejecución encubierta, los jueces, con la ecuanimidad que se espera de ellos, pueden ordenar que el castigo se imponga a plazos. En ‘cómodas’ sesiones de 50 latigazos.
Como ya se demostró en la visita del dictador de Guinea Ecuatorial, en España no necesitamos lecciones de Kissinger. Estamos tan dispuestos a aceptar con una sonrisa las violaciones de los derechos humanos protagonizadas por nuestros ¿aliados? que no hay ningún frío y despiadado secretario de Estado norteamericano que pueda hacernos sombra.
Fuente: Rebelión, artículo de: Iñigo Sáenz de Ugarte,
Guerra Eterna
Entre nómadas 
España se olvida de todo esto y le da un Toisón de Oro no por generosidad, obviamente, sino por interés, el petroleo lo tiene ante sus ojos 😉
Por otro lado, la religión es gran parte causante de todo esto que señalas hacen los malotes visitantes (esa «gente así»), pero no hace mucho en España sucedia lo mismo exactamente ¿os asustais?
Mario, primero gracias por dejar tu comentario.
No, no nos asustamos. Creo que los asustados son los que viven allí y sufren prisión, condena, falta de libertades. A nosotras NOS INDIGNA y mucho que aquí no importe todo eso, que apenas se hable del asunto en los medios. Ser tan amistoso con un país que vulnera los derechos humanos de manera continua. Sea esto por el oro o el petroleo.
Algo así como tú cortas cabezas, que yo te doy el toisón de oro.
TERRIBLE!!!
En mi deseo de que todas vuestras acusaciones justas tengan alguna vez eco de verdad…y no es sorna que últimamente no me tomáis en serio nada!…pongo como hacen los judíos una piedra, para no olvidar ninguna de ellas…besos desde el taburete de mi Londres.
Vivimos instalados en una cínica realidad… pero sí, hay que decir y denunciar todo aquello que no es de recibo, naturalmente.
¿Os acordais de cuando a la dictadura española, a la que primero todo el mundo miraba con desdén, la empezaron a aceptar en todos los foros internacionales, tras el beneplácito interesado de los USA? Pues todo sigue exactamente igual cincuenta años después. Sólo que los ejes van cambiando un poquito.
Besos retornados desde el mar (gran añoranza).
Perdón, debi poner «dictadura franquista». Sorry por el lapsus escribidor.
Pues cuando el Juancar me quiera otorgar el Toisón ese lo rechazaré por habérselo dado al Abdalà…
Yo percibo un gran desprecio por los árabes en tus palabras, y esto si es de preocupar.
Una pregunta: ¿quien es peor, quien da por interés un Toisón de Oro sin importarle otra cosa que su objetivo o quien por ignorancia y religión comete tantas barbaridades? Ni a cual irle.
Me parece vergonzoso que a esta panda de Hijos de pu**, se les permita ni siquiera pisar España, y mucho mas vergonzoso que los que los reciben sean los reyes y nuestros gobernantes.
Pues sí, somos tan miserables que se monta la polémica con la visita de Obiang, o cuando algún miembro del gobierno se desplaza a Cuba, pero sin embargo nadie o mejor dicho ningún partido político ni ninguno de los grandes medios de comunicación toma la misma actitud con los gobernantes saudíes ni con su régimen que es uno de los mayores violadores de derechos humanos del mundo.
Ante esta foto me pide el cuerpo gritar república ya!!, pero me temo que si tuvieramos un presidente de la república como jefe de estado también le daría la medalla que correspondiera a tipos como estos reyes saudiés.
Besos
No sé como no se les cae la cara de vegüenza. Y lo más sangrante es que nos han hecho partícipes a todos de la entrega, porque ¿quién paga la dichosa condecoración?
Un abrazo.
Dice un proverbio árabe que «Al perro que tiene dinero, se le llama Señor Perro». Teniendo en cuenta el asco que sienten por los perros, no es tá mal… Así que de desprecio por los árabes, nada de nada, pero desprecio por los sinvergüenzas y por los asesinos, todo, sean de izquierdas o de derechas, blancos o negros, católicos, ateos, musulmanes o budistas. Queremos ser tan políticamente correctos que cuando se critica algo de ciertas «minorías», enseguida nos la cogemos con papel de fumar, como si fuéramos ísraelías carniceros que acusan de antisemitismo a quien critica sus políticas asesinas.
El Abdala este es un jeta, un criminal y un asesino, y punto. Pero como lo necesitamos, hacemos la vista gorda. Y ojo no sean los últimos responsables del 11-S, que me da que sí: terroristas saudíes, financiados por saudíes, y todo lo que dice el documental de Michael Moore y que nadie ha desmentido. ¿Por qué se critica tanto la tibieza con Castro, Chávez o el fulano del tupé de Corea del Norte y compañía y no cuando le lamemos el trasero a sujetos detestables como este, a Obiang, a Gadaffi (ex-malo malísimo, terrorista condenado por la ONU por poner bombas en los aviones, hasta que los americanos dijeron que ya podíamos considerarlo buen chico gracias al trabajo mediador de Berlusconi y de ese que dice que nunca se reúne con terroristas, que no se negocia y tal, un tipo llamado Aznar, al que Gadaffi le regaló un caballo, por cierto), al Emir de Kuwait o a los de Emiraros Árabes, al dictador de Pakistán, perrito faldero de los yanquis con armas nucleares (este sí las tiene) y que serán el principal problema mundial cuando se cansen del sexo oral de Bush, al de Zimbabwe, y a todos los demás que están forrados y que siguen la doctrrina capitalistoide dominante? Un ejemplo, ¿no besan los americanos por donde pisan los chinos? Tanto llenarse la boca con democracia, derechos humanos, libertad, y demás, pero los yanquis, primeros criminales del mundo con diferencia, por abrir un MacDonalds en Tiananmen tragan con lo que sea, y hacen la vista gorda lo que haga falta. Vamos, como si de ellos mismos se tratara. ¿Alguien ha oído al PP, con lo que (con justicia) ataca a Castro, hablar de esta visita o criticar a China, que con la excusa del Año de España estamos intentando verderles la moto, con Juanca de viaje y todo? Un mercado de mil y pico millones bien vale una misa, que dijo Enrique IV, y un grifo de petróleo también.
Perdonad la extensión, pero estoy cabreado con estos tipos.
Besos de indignación.
PARA MARIO SOLIS
He dudado mucho en contestarte. Pero lo voy hacer.
Soy de origen árabe. De abuelo tunecino siciliano. Y soy crítica con mi gobierno, ahora mismo no vivo en España, pero eso no importa.Escribí este post para hablar de la hipocresía, los rollos racistas no van conmigo. Si te pasas por el blog lo verás más clarito.
Un saludo.
Ágata Lambro
Un abrao Ágata…no dudes que lo que dices se ve de lejos en el blog…besos de todos los colore.
39 escalones es mucho màs sensato, que ni què. Asi sì, despreciar a los bandidos sean de donde fuesen, no a los àrabes, eso es racismo. Y los bandidos hay aqui en España a decir basta, al igual que en todas partes. Y violadores de los derechos humanos… España tiene toda una historia, al igual que en muchos paises.
Bien por fin oigo algo sensato sobre esta vergonzante visita oficial por la que cierta princesa rompió su baja por maternidad. quié se lo cuenten a los iraquíes masacrados a los palestinos y a las mujeres españolas que después de parir tienen que volver a trabajar porque si no no pagan la hipoteca Bush también es amigo de los saudíes vergonzoso Zapatero