Jesús Caldera y el «Día de la Madre»
La semana pasada le pregunté a mi madre qué le apetecía para el día de la idem. Yo imaginaba que querría un libro, ir al cine o quizá una excursión a San Juan de la Peña. La miré, me miró. Un silencio tan largo como inquietante precedió a su sorprendente respuesta. -¡Quiero ser escocesa!, quiero coger a Ada [su perra], un par de maletas, un móvil y marcharme a vivir a Edimburgo. Eso es lo que quiero.
No, no es una broma. Mi madre habla muy claro y alto siempre.
Yo me convierto en un pepito grillo y le recuerdo lo escasa que es su pensión, ella contesta que ahora se la han subido y además cobra el SOVI. Le explico que lo que Jesús Caldera le aumenta Pedro Solves se lo quita aplicándole una retención digna de un armador griego. Decir Pedro Solves o Caldera en casa de mi madre es como mencionar a Mefisto, vuelan las tazas y los platos alrededor. Según ella, Caldera, además de devolverle lo que era suyo, apunta en una lista aparte los pensionistas del SOVI que dejan este mundo para poder así ahorrarse algunos pagos. Dice mi madre que por eso se llevan a los pensionistas a Benidorm de viaje, para que beban, coman, bailen, caigan exhaustos y la palmen allí mismo.
Ella insiste: «Quiero vender la casa y, con el dinero que me den más la pensión, voy disfrutar en Escocia del resto de mi vida». Estoy asustada, no sé cuándo se le pasará esta fiebre escocesa. Hace un año la llevé a Edimburgo y se enamoró de la ciudad. Fuimos en un mes de mayo, a nuestras anchas. Viajamos desde Birmingham a Escocia y allí recorrimos parte del país. Si llego a saber las consecuencias de aquel viaje, la hubiera llevado a Guetaria, que es muy verde también y está mucho más cerca.
Temo por la vida de Jesús Caldera y por la mía. Mi madre, que en su juventud fue anarquista, hizo temblar de miedo al policía que la detuvo y trasladó de Zaragoza a Caranbanchel. Siempre he sentido lástima por aquel pobre hombre. El viaje que le debió de dar mi madre… Pero, bueno, que me voy de tema.
Hoy sufro el post del «Día de la Madre» Mientras vosotros estáis tan felices tras un buen papeo en casa de mamá, una visita rutinaria a la casa familiar o quizá pensando que deberíais haberle comprado algo mejor, yo aquí estoy haciendo cuentas de lo que cuesta tener una madre escocesa. Any idea?
.