El respeto a los animales y la reivindicación de sus derechos es algo muy serio. Abandonarlos en las gasolineras o en los parques cuando llegan las vacaciones o los planes se alteran, es de seres ruines y despreciables. Hay guarderías que atienden a los animales cuando sus dueños se ausentan o amigos que seguro que pueden echarnos una mano. Si sois testigos de maltrato animal, debéis poneros en contacto con asociaciones como Amnistía Animal en Zaragoza u otras entidades donde se puede formular una denuncia, que ahora está amparada por la ley de protección animal que las Cortes de Aragón aprobaron hace tres años.

Esta gata tan guapa fue abandonada por sus miserables dueños cuando éstos se mudaron de casa. La dejaron en un piso vacío a su suerte. Luego una de nosotras pasó por ahí y dio aviso. Desde entonces, Estrella, que así se llama, es la reina de la casa. Te avisa antes de que suene el despertador (lo cual es un incordio los días de fiesta), te da calor cuando te sientas en el sofá y te llama cuando en la cocina se quema algo o el café está ya hecho. Luego, ella se pasea por la terraza, husmea en las macetas y se va al campo de excursión con la familia. Nos gustaría que fuera libre, completamente libre, pero su salud y su apego a su familia humana impide tal quimera.
Ella ha decidido quedarse a nuestro lado. En realidad, nosotras no la hemos adoptado. Ella nos adoptó a nosotras.

Se llama Estrella, también la conocen como la Nicole Kidman gatuna.
Nos recuerda mucho al gato del precioso cartel que Chema Lera hizo para La Feria del Libro del pasado año. Como dice una amiga nuestra, «la casa es de mi gato, yo sólo pago la hipoteca». Y qué verdad es en este caso.