Nómadas, nada mejor que empezar el día con esta buena noticia, esperanzadora y muy deseada.
Rigoberta Menchú, ganadora del premio Nobel de la Paz, participará en las elecciones presidenciales de Guatemala en busca de convertirse en el segundo líder indígena en América Latina e iniciar una nueva era contra secuelas de la guerra civil.
Menchú, una defensora de víctimas de indígenas mayas de la cruenta guerra civil (1960-1996), participará en los comicios del 9 de septiembre, aunque aún no ha decidido con qué partido, según anunció ayer su portavoz,
Otilia Lux de Coti.
Si Menchú gana, seguiría los pasos de Evo Morales, quien se convirtió el año pasado en el primer presidente indígena de Bolivia. La población indígena de Latinoamérica sufre discriminación pese a que es mayoría en varios países.
El intento de Menchú por llegar a la presidencia de Guatemala seguramente abrirá heridas de pasado. La guerra civil entre gobiernos de extrema derecha e insurgentes izquierdistas provocó la muerte de unas 200.000 personas, la mayoría de ellos campesinos mayas asesinados por soldados y paramilitares.
Menchú está decidiendo si compite representando a una coalición centroizquierdista de reciente creación, Juntos por Guatemala, o por la Unidad Revolucionaria Nacional Guatemalteca (UNRG), formada en 1982 por un ex grupo rebelde del mismo nombre.
El general Otto Pérez Molina, comandante del ejército durante la guerra civil en la región de El Quiché -la más devastada por las masacres de militares y paramilitares, y donde nació Menchú- también se presentará a presidente representando al Partido Patriótico.
La madre y el hermano de Menchú también fueron torturados y asesinados durante el conflicto, que finalizó con acuerdos de paz en 1996 pero que dejó profundas cicatrices entre los habitantes mayas de la dividida y pobre zona rural guatemalteca.
Menchú, quien no hablaba español cuando era niña y aún viste con la tradicional ropa de los indígenas mayas, recibió el Premio Nobel de la Paz en 1992 por su trabajo en defensa de los derechos humanos. Pero también ha sido blanco de numerosas amenazas de muerte.
Como ha dicho su portavoz: «En primer lugar nosotros nos inclinamos mucho por los grandes valores y principios que tiene el pueblo maya y que pueden conducirnos hacia nuevos conceptos de democracia en Guatemala».
Te deseamos mucha suerte desde Entrenómadas.
Adelante, RIGOBERTA.
De entrada, sin saber con qué partido se presentará Rigoberta Menchú, sí que me atrevo a apostar por que gane las elecciones. Cerraría definitivamente en Guatemala las heridas de la guerra civil y la represión el que una persona de la mayoría maya discriminada alcanzara la presidencia del país.
Saludos
Valentín
Ojalá se cierren las heridas, cicatrices quedarán, eso seguro.
Pero es necesario para el país un cambio desde dentro, con las personas que han sido desterradas de todo protagonismo. Hay un contagio democrático en países de latinoamericana y otros que resulta esperanzador.
Saludos,
Entrenomadas